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viernes, 29 de julio de 2016

VIAJE A CUBA : DÍA 4

Empezaba nuestro último día en La Habana , antes de empezar la gran aventura, que nos llevaría a recorrer casi toda la isla, aunque más adelante volveríamos.

Hoy conseguimos despertarnos sin la ayuda de Tito Rei, se había tomado una tregua y vendría más tarde a por nosotros, tenía recados que hacer.

Una vez allí, nos dispusimos para ir a ver la zona que aún nos quedaba, intentamos entrar en el Hotel Nacional, el más famoso de La Habana, pero nos fue imposible.
Una cumbre Americana donde estaban todos los presidentes de América Central nos lo impidió, llevaban ya un par de días y eso se notaba en la seguridad que había por las calles. Fuimos a ver pues la Plaza de la Revolución y lo hicimos a pie, pasando por la 5ª Avenida que la verdad impresionaba más sin coches que si estuviera llena de tráfico.
Ya

en la plaza y tras alguna foto de familia, fuimos a la Estación de Autobuses, en esta última probamos la bebida típica de los Cubanos, ‘’ El planchao ‘’ o ‘’ Planchaito ‘’ como ellos lo llaman :   ‘’ Tumbao’’. Ron puro que te dejaba un picorcito de garganta muy agradable.















De allí y sin que tampoco nos dejaran entrar en la Biblioteca Nacional, decidimos ir a casa del Tío Reinaldo, ansiosos de ver en qué tipo de casa vivía el y la mayoría de cubanos.
Iba a ser la primera vez que viviéramos esa experiencia y desde luego no nos iba a dejar indiferentes.
Llegamos, y viendo el barrio donde estábamos, algo nos decía que no iba a ser lo más lujoso de La Habana. Un pasillo de 1 metro de ancho donde había que pasar por la puerta y salón de diferentes vecinos, llegamos a su casa.

Primera mirada rápida y ya habíamos visto todo, a ojo y con el salón la cocina y el baño juntos, no debía de tener más de 15 m2 . Lugar donde el, su perro y su mujer vivían. Y arriba una cama para ambos, una escalera de caracol de donde vimos bajar a su mujer que bien podía pasar por la famosa actriz madre de Paco León, que es como la bautizaríamos.

Con una cocina como una bañera de grande y sin sitio para dejar nada, se puso Rei a cocinar. Seria pequeña la cocina, pero lo que salió de ahí era grande, muy grande. ‘’ Cualquier cantidad’’ de comida la que nos preparó de nuevo Tito Rei.






Llego su sobrina, guapa, simpática y agradable y por fin pudimos empezar a regalar las pinturas, chupachus y libros que teníamos guardados para todos los niños que los necesitaran.
Sin mesa donde apoyar los platos ni sillas o sofá para todos, nos pusimos a comer, que importa la comodidad cuando conoces a gente que está pasando hambre. Estaba todo tan rico que excepto la olla de arroz para una boda que preparo, no sobro nada.
Probamos los Kimbombos, verdura típica de allí, con un sabor que no te dejaba indiferente.
Para el postre Helado preparado por ellos, y vídeos musicales que nos puso su sobrina de Reggaeton, o como ellos lo llaman: ‘’ Música Clásica ‘’.

Estuvimos hablando con Reinaldo de sus inquietudes y preocupaciones en temas familiares, y cada palabra que decía, subía nuestro afecto hacia él, una historia que si tiene suerte y algún día sale de Cuba , espero podamos contar bien alto.

Una vez terminada la sobremesa, entro en acción Chamberlain, con la novia en España y demasiadas ganas de hablar con ella, tuvimos que buscar una ETECSA.
Se trata de las únicas zonas de Cuba donde existe el Wifii y se puede acceder a Internet, novedad para ellos, que hacía que fuera la hora que fuera estuvieran siempre llenas de gente alrededor de la oficina con sus móviles o portátiles.

Llegamos a la conclusión que cuando había mucha concentración de gente, había gente cantando y bailando, o conectados a Internet. Error no haber fotografiado ninguna de esas zonas, porque era digno de ver. Aunque poniendo Pokemon Go en google podéis haceros a la idea.

Una vez allí y con la oficina cerrada, creo recordar que era Domingo, había una señora en la puerta que por 3 cuc te daba una tarjeta con número de usuario y contraseña para poder conectarte. Su precio original era 2 cuc 1 hora.
Cogimos dos tarjetas para nosotros tres poder hablar también con nuestras familias y tranquilizarles, eso si no lo hicimos nosotros. Un audio del Tío Reinaldo iba a dejar claro lo buen cuidado que estamos, y así fue.

Y de repente el diluvio volvió aparecer, pero esta vez nos pilló de lleno, un cielo cerrado completamente y una manera de llover agua caliente que no dábamos crédito. Escuchamos en las noticias que la 2ª depresión tropical estaba azotando Cuba y por distintas localidades iba a hacerse notar.




Cuando por fin paró un poco, fuimos camino a la Gua- Gua , intentamos convencer a Tio Rei que se quedara en casa y que ya volvíamos nosotros, pero no hubo manera.
Una vez en la parada, volvió a llover ‘’ Cualquier cantidad de agua ‘’ o como dijo Reinaldo          ‘’ Una cantidad enciclopédica de agua ‘’. Vino el bus y posiblemente debíamos haber usado una canoa para poder subirnos a él, pero aquello era Cuba y había que mojarse. Ya empapados y sentados por primera vez en la Gua-Gua (siempre iba llena) aquello se ponía interesante.

Las carreteras inundadas, el conductor a la misma velocidad de siempre y ventanas rotas y abiertas, hizo del viaje, lo más parecido a los fiordos del parque de atracciones.

Vimos como salía agua del suelo o como nos entraba de lleno en la cara por las ventanillas, pero lo que para nosotros era gracioso, para ellos era motivo de diversión.
Una vez bajamos de la Gua-Gua vimos algo insólito que es mejor que veáis vosotros mismos


Y lo más sorprendente es que lo hacían descalzos.
Seguimos andando comentando y riéndonos de lo que habíamos visto, cuando de repente más sorpresas. Niños de entre 4 y 10 años tirándose por las calles y charcos como si fuera su diversión en días como estos.

Cogimos la mochila donde teníamos globos, pinturas, ceras y cuentos y como si de un grupo militar se tratara allí estaban todos, firmes como un palo.
Se me ocurrió preguntar quién era el más mayor para que se encargara de repartir todo lo que les íbamos a dar, cuando de repente y de entre todos los que formaban en corro, aparece una mano del mas peque de todos y con una cara de felicidad, nos dice: ¡¡¡ YO !!!.
¿Qué haríais ante eso? Pues sí, se lo dimos a él. Aunque he de decir que le duro poco, los mayores se acabaron imponiendo.

Seguimos nuestro camino hasta casa comentando todo lo que llevaba acontecido el día y pensando donde ir y que hacer por la noche, ya que cena aún quedaba en casa de la preparada por el Tito Reinaldo.

Y a por la siesta de nuevo, esta vez era más tarde y no nos imaginábamos lo que iba a pasar.
A las 19:00, las 20:00 y las 21:00 fuimos cayendo uno a uno, pensando de nuevo que alguno de nosotros se despertaría sobre las 00:00 y despertaría al resto. No ocurrió. Las 5:00 de la mañana cuando los ojos de Mary y los míos se despedían definitivamente del JET-LAG, después de aquello no volvería aparecer más en nuestro viaje.
Nos despertamos por fin a las 7:00 de la mañana y lo que acontecería el siguiente día también seria fabuloso, una ciudad nueva, distintas personas, mas aventuras. Aunque eso sí, ya empezábamos a estar enamorados de Cuba.



Domina tu vida.




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